¿Te imaginas que alguien se lastime en tu negocio o que durante una obra dañes una propiedad ajena? Estos son de esos imprevistos que nadie quiere vivir, pero que pueden pasar. Por eso existe el Seguro de Responsabilidad Civil (RC), para que no tengas que sacar del capital de tu empresa para cubrir daños a terceros si algo sale mal.
Existen distintos tipos de Responsabilidad Civil, y hoy ahondaremos en los principales que entregan coberturas a empresas: RC Actividades e Inmuebles y RC Contratista. Ambos son útiles y cubren situaciones diferentes. Acá te explicamos las diferencias para que elijas el que mejor se ajusta a tu negocio.
Seguro de RC Actividades e Inmuebles
Ideal para: negocios, empresas con oficinas, locales comerciales o espacios donde se reciben clientes o personas, ya sea en lugares fijos o en eventos.
Este seguro te cubre si, por ejemplo, alguien sufre un accidente dentro de tu establecimiento, o si algo que haces (como una reparación o una instalación) termina afectando a alguien más o a su propiedad.
¿Qué incluye?
Coberturas extra (dependiendo del plan):
¿No te quedó claro? Te lo explico en corto: imagina que tienes tu negocio bien armado y, por algo fuera de tu control (como una falla eléctrica), terminas afectando a alguien y esta persona decide meterte una demanda. Si no tienes un seguro, tendrías que pagar, sacando dinero de tu empresa. Pero con el RC Actividades e Inmuebles, el seguro da la cara por ti y se encarga de cubrir los daños, lo que perdió la otra persona y todo lo legal que venga con eso. O sea, tú sigues enfocado en tu negocio, sin que ese problema te saque un dineral ni te deje en la ruina.
Seguro de RC Contratista
Ideal para: contratistas, subcontratistas o empresas que hacen obras de construcción, mantenimiento o remodelaciones en propiedades ajenas.
Si tú o tu equipo hacen trabajos en otras ubicaciones (edificios, casas, calles), este seguro es el que necesitas. Protege en caso de que se dañe algo o alguien durante esas obras.
¿Qué incluye?
Coberturas extra útiles:
¿Te suena medio complicado? Te lo pongo fácil: si tú eres contratista o haces chamba en obras, sabes que cualquier descuido puede meterte en un buen lío. Si le haces daño a una persona o algo se rompe en una propiedad ajena, el seguro entra a ayudarte. No importa si fue un accidente, lo cubre todo: lo que se rompió, lo que tengas que pagar por lesiones y hasta el abogado si te quieren demandar. Así tú puedes seguir chambeando sin miedo de que un error te saque del juego.
¿Por qué contratar un RC?
Si quieres cotizar cualquiera de estos seguros, en Simplee lo hacemos fácil y rápido desde nuestra web. Además, nuestro equipo te acompaña en todo el proceso para que elijas el seguro que realmente necesita tu negocio, sin pagar de más.
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